El estado de bienestar general del ser humano, entiéndase
salud física, mental y social, es lo que la OMS (Organización Mundial de la
Salud) define como Salud Integral. Es decir, un conjunto de factores
biológicos, emocionales y espirituales que contribuyen a un estado de
equilibrio en el individuo.
No solo la ausencia de enfermedades
De acuerdo con esta definición, la salud no es solo la
ausencia de enfermedades o invalidez, sino una condición de desarrollo humano
que cada uno, como individuo, debe cuidar y conservar. Sin embargo, es un
derecho que los gobiernos de todas las naciones también tendrían que estar
obligados a potenciar.
La salud integral es un estado de bienestar ideal que solo se
logra cuando existe un balance adecuado entre los factores físicos, emocionales,
espirituales, biológicos y sociales. De esta manera el ser humano crece en
todos los ámbitos de la vida y, por consiguiente se siente sano y feliz.
El impulso de nuestras capacidades
A pesar de las diferencias que existen entre cada ser humano,
la salud integral permite impulsar nuestras habilidades y capacidades como
personas únicas. De hecho, la individualidad es uno de los factores más
importantes dentro del concepto de salud integral. Se trata de hacer conciencia
de que ninguna persona puede compararse a otra porque cada uno de nosotros
hemos crecido en circunstancias diferentes, con más o menos oportunidades,
condiciones físicas y emocionales distintas, factores ambientales específicos
e, incluso, acceso a medicinas y tratamientos médicos desiguales.
No obstante, aunque cada persona, familia, comunidad o país
otorga a la salud un valor diferente, todos tenemos claro que estar sano
significa estar bien, verse bien, sentirse bien actuar bien, ser productivos y
relacionarse adecuadamente con los demás.
¿Qué afecta nuestra salud integral?
En la actualidad, varios problemas afectan nuestra salud
integral. A nivel físico-biológico, la obesidad, los problemas
cardiovasculares, la diabetes y el cáncer son las principales barreras para
conseguir el estado de bienestar. Las adicciones también merman nuestra salud
física y mental. Tabaquismo, alcoholismo, drogadicciones, dependencias obsesivo
compulsivas (trastornos de la alimentación) son otro obstáculo. Y los
males del siglo XXI: ansiedad, depresión, falta de adaptación al medio
ambiente, así como otros trastornos mentales, también afectan de forma directa
nuestra calidad de vida.
Polémica, algunos creen que se debe actualizar el concepto
La OMS estableció la definición de salud integral en 1948. Y
a la letra dice: "La Constitución de la OMS define la salud como un estado
de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades. Esta definición incluye un componente subjetivo
importante que se debe tener en cuenta en las evaluaciones de los riesgos para
la salud".
Esta definición fue revolucionaria porque, por primera vez,
se dejó atrás la visión negativa de la salud solo como ausencia de enfermedad,
subrayándose las esferas física, mental y social. Empero, luego de casi 66 años
de establecido el concepto, existen voces que aseguran que es insuficiente.
La mayor parte de las críticas se centran en lo absoluto de
la palabra completo en relación con el bienestar, lo que dejaría a la mayoría
casi siempre con mala salud. Otro problema que se observa es que, la demografía
de las poblaciones y la naturaleza de las enfermedades han sufrido cambios
considerables. Los patrones de enfermedad cambiaron y las personas que viven
con enfermedades crónicas van en aumento en todo el mundo. La norma actual es
envejecer con enfermedades crónicas.
Muchos autores proponen re definir el concepto de salud
basándose en la resistencia o capacidad de enfrentamiento de mantener o
restablecer la propia integridad, equilibrio y sentido de bienestar. Es decir,
la capacidad de adaptación y auto gestión en todas las esferas, física, mental
y social.
Conclusión
La controversia sigue, pero nosotros nos quedamos con una
conclusión básica. La salud integral va mucho más allá del sistema biomédico,
sino que abarca el comportamiento humano. Es un concepto positivo que implica
grados de vitalidad y funcionamiento adaptativo. ¿Te queda más claro?